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La máxima autoridad de Arica y Parinacota puso como principal tarea al ministro Luis Cordero el hacerse cargo de un problema histórico, que ha sido aprovechado por el crimen organizado para establecer el terror en la zona.
Este martes 1 de abril comienza a funcionar el Ministerio de Seguridad Pública, encargado de entregar al Estado herramientas eficaces para combatir el crimen y la violencia. La cartera estará a cargo del ex subsecretario del Interior, Luis Cordero.
Desde Arica y Parinacota, el gobernador regional Diego Paco Mamani señaló que la principal tarea que el nuevo ministerio debe focalizar sus acciones es en la erradicación del Cerro Chuño, centro neurálgico de crímenes de alta connotación y refugio de bandas internacionales que han establecido sus bases de operaciones en el lugar.
“Le deseo éxito al ministro Cordero en la tarea de poner orden en el país. Pero le recuerdo que este gobierno tiene una deuda con los ariqueños: necesitamos que se pongan los pantalones y ordenen desalojar y demoler las tomas del Cerro Chuño”, señaló la máxima autoridad regional.
Paco fue enfático en señalar que la crisis que afronta la ciudad es producto, entre otras cosas, por el nulo accionar del actual gobierno en materia de erradicación y demolición del sector. Desde el 2017, solo han sido derribadas 172 de las 877 casas originales, sin ningún avance del proceso a partir del 2022.
“Ahí es donde las bandas criminales operan, se esconden y asesinan. La pregunta es directa, ministro: ¿va a hacer algo o seguirá dejando que el crimen avance?”, manifestó el gobernador.
A esto se suman las precarias condiciones sanitarias que ponen en riesgo la salud de la población, por cuanto Cerro Chuño continúa contaminado por polimetales. Además, conlleva un gasto de 30 millones al mes pagados por Serviu, organismo que debe hacerse cargo del consumo de agua en un sector donde no debiese haber suministro por ser una toma ilegal.
“En todo este gobierno no se ha demolido ni una sola casa en Cerro Chuño. Por eso, espero que el nuevo ministro Cordero dé una señal clara para erradicar y demoler este foco de crimen. No es solo un problema local, es una crisis de seguridad nacional. Las bandas del crimen organizado han llegado al punto de amenazar comisarías y, hace pocas semanas, asesinaron a dos personas en ese sector. No se trata de diagnósticos ni promesas, sino de decisiones claras”, sentenció Paco.