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La Virgen de Fátima, que salió desde Portugal para iniciar un recorrido de ocho meses por todo Chile, concentró la atención de los fieles asistentes al tedeum de Fiestas Patrias, realizado este miércoles 18 de septiembre en la Catedral San Marcos de Arica.

La imagen peregrina, que había llegado el lunes de esta semana a Santiago desde el Santuario de Fátima en el marco de la “Misión Fátima Chile”, fue instalada a un costado del altar de la iglesia, donde recibió la admiración y devoción de los presentes.

La liturgia del 209º aniversario de la independencia nacional, estuvo encabezada por el obispo de la Diócesis San Marcos de Arica, monseñor Moisés Atisha, quien entregó un mensaje de paz, unidad, no violencia y construcción de la comunidad en forma conjunta.

Tras entregar sus respetos a la imagen de la virgen peregrina, el intendente de Arica y Parinacota, Roberto Erpel, manifestó que “hacemos eco de la reflexión que nos ha hecho monseñor Atisha, quien nos ha pedido que trabajemos en unidad”, lo que concuerda plenamente con “el mandato que tenemos de nuestro Presidente Sebastián Piñera, que es trabajar incansablemente por el crecimiento y desarrollo de la Región de Arica y Parinacota”.

Asimismo, el jefe regional indicó que “hemos pedido a Dios que nos dé la fuerza y la humildad para trabajar sin ningún tipo de exclusión, para que sean parte también del crecimiento y desarrollo de la región, los migrantes, nuestros pueblos originarios y, en general, toda la ciudadanía”.

Por su parte, monseñor Atisha dijo que debemos “construirnos juntos, sin discriminación, sin separar. Un pueblo que no es capaz de construir desde su diversidad, deja ser pueblo. Y hay que pensar en qué puedo aportar yo, desde mi cultura, mis tradiciones, desde lo que traigo, si vengo migrando, y puedo colocar a la mesa de este Chile que me acoge. Así se construye un país. La unidad tiene que perseguir el bien común, la construcción de la paz, dejando a un lado todo tipo de violencia, de transgresión a la dignidad de las personas”.

Indicó que el mensaje central de la Virgen de Fátima siempre estuvo relacionado con “aplacar la guerra y la violencia” y, en ese sentido, explicó que “hoy, yo pensaría en cuánta violencia llevamos nosotros en el corazón. Chile no está en guerra con nadie y no tendría por qué estarlo, pero en nuestras familias, en nuestros vínculos, nos dejamos llevar por pequeñeces, envidias, que nos predisponen a un contacto duro y difícil con el otro, a no alegrarnos del bien que le pasa al otro. La virgen en su mensaje nos decía que hay que aplacar y terminar con las guerras. Y lo decía haciendo una cosa que no es imposible. No pidió sacrificios ni dolores humanos, sino asumir lo que nos toca asumir”.

 

En la homilía participaron fieles de la iglesia católica, representantes del Gabinete Regional, Fuerzas Armadas y parlamentarios de la región. Durante la mañana, antes del tedeum, estas instituciones entregaron ofrendas florales en el monumento del Libertador Capitán General Bernardo O’Higgins Riquelme, ubicado al pie del Morro de Arica.

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